A lo largo de la historia se veía la comunicación como un medio para trasmitir información. En la actualidad, se ve como este concepto cambia y se ve la comunicación como una herramienta para poner algo en común, se comparten códigos generalmente diferentes que varían según la raza, el idioma, la cultura, etc. Las personas en general obtienen estos códigos comunicativos a través de la historia, de su cultura y algo muy interesante es que muchos de ellos se construyen a partir de la cotidianidad. Partiendo de que los códigos comunicativos varían de acuerdo a muchos factores podemos entonces hablar de una escena intercultural, en la que cada persona por medio de estos discute, dialoga y entiende.
Entonces se empieza a hablar de la existencia de unas dimensiones en la comunicación y que sin la integración de ellas no puede existir una comunicación total. Estas dimensiones se pueden agrupar en verbales y no verbales, dentro de la verbales obviamente esta la palabra, la palabra aparte de dar identidad al sujeto influencia notablemente la visión que se tiene del mundo, su pensamiento (por eso al realizar una traducción por mas de que uno conozca la otra lengua, si no la vive no sabe darle el significado real a cada una de las palabras). Dentro de la dimensión no verbal, se encuentra la proxémica, esta sugiere la comunicación a través del manejo del espacio, la cronémica, se define como el manejo del tiempo, la kinésica, se refiere a una comunicación derivada de los movimientos de extremidades y gestos faciales , el tacto y el olfato, que se refiere al contacto o no contacto con el otro y al manejo de las distancias, y por último es paralingüístico, que se refiere al uso del tono de la voz, en general a la forma como se habla. No existe una comunicación total sin la interacción de cada uno de estos elementos, y la interacción de los mismos con las diferentes culturas.
Los problemas y temas relacionados con la comunicación, la cultura y el proceso de identidades en este fin de siglo adquieren una importante relevancia. Las sociedades contemporáneas, y entre ellas las de nuestra región, se ven hoy enfrentadas a redefiniciones estructurales, donde las nuevas formas de información y comunicación ocupan un lugar decisivo en la producción, la educación y la reproducción cultural. Por lo tanto, es necesario incorporar a la consideración el tema de las creencias y los valores culturales, más en concreto la afirmación de la identidad cultural en cualquier proyecto de desarrollo económico y social, si es que éste pretende ser exitoso.
Para concluir, podemos afirmar que...“Todo comunica”..., así no se utilicen las palabras, hasta el más mínimo gesto, un olor o el más corto silencio tiene un significado diferente en cada cultura.